Bueno, a vosotras os encanta la carne cruda, aunque este plato les gusta incluso a los que les gusta muy hecha. Es pura mantequilla y los ingredientes que se le añaden hacen que la carne macere; es decir, no parece cruda.
Es un plato sencillo de hacer.
Ingredientes:
- 1 trozo de solomillo de vacuno, en cantidad, según los comensales.
- Sal gruesa o Maldon.
- Aceite de oliva virgen.
- Pimienta negra.
- Queso parmesano que rallas tú.
Hay mucha gente que lo acompaña con pepinillos, alcaparras..., yo no; es innecesario y se comen el sabor de una buena carne.
Preparación:
Compras el solomillo según tu gusto -buey, choto, ternera- y lo congelas calculando los trozos en función de lo que vayas a utilizar.
El día que vayáis a prepararlo lo sacáis del congelador y lo dejáis reposar unos minutos. Si tienes una buena máquina de cortar los minutos serán pocos, pero si lo vas a cortar con cuchillo necesitarás algo más hasta que el cuchillo logre cumplir su misión -la de cortar- pero sin dejar descongelar del todo para conseguir láminas finas.
Se corta en filetes del grosor que desees y se colocan sobre la fuente donde lo vayas a servir de forma que no se cubran unos a otros.
Se salpimenta y se rocía con el aceite.
Es fundamental que lo dejéis macerar al menos una hora.
El queso parmesano que has comprado en un trozo, lo rallas y lo presentas en otro recipiente para que cada uno se sirva lo que quiera. No a todo el mundo le gusta con queso. Por ejemplo a mí, que me encanta el queso, no en este caso.
Al lado el queso parmesano |
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